Redoble y .... PUM!

Ese es el estupido sonido que hace un domingo tonto. El dia no habia ido peor de lo habitual... Despertarte a las dos de la mañana con el culo del gato a escasos centimetros del rostro, la sensacion de haber estado cenando jalapeños toda la noche y la pesadilla mas ridicula que se podria imaginar fue solo el comienzo. El desayuno de timbrazo, coche y cargar sacos de escombros en la casa de mis suegros tampoco fue despreciable. La comida, patatas crudas y mini filetes de pechuga de pollo quemado, fue interesante, al igual que pasar casi todo el evento mirando al techo para no tener que entablar conversacion con nadie... no estaba muy comunicador, la verdad. La merienda, harto notable, disfrutando con un amigo al que se le ocurrio mezclar tortitas, nata, azucar y mahonesa con pepinillos en vinagre... tiembla, señor Adriá, que llega el magnifico y autentico descubridor de los sabores perdidos. Despues, promesa de cerveza, con parada previa en el piso para que La Pitufa se arreglase... en sus palabras "¿Pero como voy a ir con estas pintas a ninguna parte? Estoy echa un asco"
Se arregla, mientras limpio la jaula de la chinchilla.. tenemos que estar en mi casa a las 21.00.. solo quedan 15 minutos... ella ha conseguido arreglarse en solo 30 minutos, todo un exito. Feliz, bajo las escaleras desde el tercero bromeando con la proxima reunion relampago... bajo los ultimos cinco escalones con gracia -al menos toda la que tiene alguien de 1.90 m y 130 y pico kilos-, salto, pirueta, giro, reverencia... y cara de sorpresa al ver a La Pitufa volando con cara de panico, golpearse contra las escaleras y empezar a llorar, gritar y blasfemar lo suficiente como para hacer retroceder a las tropas sarracenas.
Estoy en el hospital. Me aburro. Me regañan. Leo. Me regañan otra vez. Llegan sus padres y alli nos quedamos los cuatro mirando al frente, como un perfecto poker de imbeciles. Angustia durante 120 minutos, un esguince y dos animales abandonados durante una quincena... Creo que esto no me va a gustar...