jueves, diciembre 07, 2006

Mi gemelo maldito, mi maldito gemelo

Si, esta vez va por ti. No te libras. He hablado del amor y del miedo. He narrado mis payasadas y las de los que me rodean, pero tu siempre te has librado. Ahora te toca a ti, mi mitad y media, o lo que le falta al vaso para estar a medias.
No te hago publicidad por no joderte. Yo soy el exibiscionista de los dos. El aplauso para ti lo doy yo solo, que soy avaro y asi te atesoro. Las copas que nos hemos bebido a la luz de la luna, sin palabras ni necesidad de ellas, sin mas comunicacion que el humo de los cigarrillos que nos reunian en comunion de tristeza. La de veces que me has sostenido para que no rodara calle abajo en pleno delirio, y la de veces que te he tenido que agarrar para que no dejases el suelo en plena ensoñacion. Eres lo mas parecido que jamas he tenido a un hermano.
¿Que te puedo confesar en una pantalla que no te diga todos los dias? La de veces que me he reido contigo, e incluso si, yo, que en su momento fui tu mentor, me sentia profundamente envidioso por que no podia ver el mundo de un modo tan sencillo como tu lo dibujabas cada dia.
Mi maldito gemelo... mi gemelo querido. Jamas te confese cuanto desearia poder haber sido parte de tu equipaje cuando te desterrabas de nuestro mundo de comida casa y cama y llegabas a la realidad de los que no tienen nada, alla donde la gente es del color de los malos sueños. Una y mil veces he recorrido con los ojos el mapa para encontrar aquel lugar bajo cuyo sol te encontrabas, y sonreia pensando que tal vez tu echabas de menos algo mas que tu casa.
Mi gemelo, mi dulce gemelo. Esta es por ti. Ahora y siempre. Es un placer llamarte amigo, pero me tomo la licencia, que se que puedo: es un honor el poder llamarte mi gemelo.