El fanpiro que vino del frio
Y es que esta claro que sevillano, lo que se dice sevillano, no puedo ser. No es solo por lo mal que me caen las expresiones populares de jolgorio y zarabanda (como pueden ser ferias, semanas santas y lo que nos inventamos enmedio para rellenar de fiestas -lease copas futboleras-), ni por la alergia explosiva que le tengo al plato mas tipico de nuestras andaluzas costas (o lo que es lo mismo, dame una gamba y me pongo color cocina). Tampoco tiene nada que ver con mi absoluta ausencia de acento (y por mucho que se empeñe mi ex-estanquero, no soy vasco, cojones, que todos los dias me preguntaba por Ibarretxe), ni con mi dominio de idiomas extrangeros. Lo que me hace un extraño en estas tierras bendecidas por el sol es mi aversion al mismo. No soporto el sol! Soy fotofobico aberrante, totalmente anti-ignifugo, animal de piscina y sombra, adalid de la Cruzcampo, quemado de anuncio de aftersun y probador de gafas de sol a media noche.
Lo admito orgulloso. Me pase todo un agosto sin pisar la calle durante el dia. Solo salia a la playa para tomar una copa, y siempre hasta que el sol queria despuntar por el horizonte, desvirgando mi perfecta noche. Recuerdo uno de esos dias como especialmente extraño, pues tras mil y una correrias, escarceos, guiños y chanzas, encontre enterrado en la arena de la playa que mas amo (y tu sabes, Victoria, que es por ti, preciosa) una tecla de escape del ordenador. Press escape to turn reallity upside down. Game over, insert coin.
Soy un ingles exiliado en España. Soy un heavy en la opera. Soy la conciencia del inconsciente, el peso de lo inconsistente, el aliento del ahorcado. Soy un sinsentido. Un optimista empecinado, un pesimista convencido. Soy la victoria del vencido y el verso perdido del poema no escrito.
Soy un fanpiro que vino del frio de Sevilla en agosto.
Lo admito orgulloso. Me pase todo un agosto sin pisar la calle durante el dia. Solo salia a la playa para tomar una copa, y siempre hasta que el sol queria despuntar por el horizonte, desvirgando mi perfecta noche. Recuerdo uno de esos dias como especialmente extraño, pues tras mil y una correrias, escarceos, guiños y chanzas, encontre enterrado en la arena de la playa que mas amo (y tu sabes, Victoria, que es por ti, preciosa) una tecla de escape del ordenador. Press escape to turn reallity upside down. Game over, insert coin.
Soy un ingles exiliado en España. Soy un heavy en la opera. Soy la conciencia del inconsciente, el peso de lo inconsistente, el aliento del ahorcado. Soy un sinsentido. Un optimista empecinado, un pesimista convencido. Soy la victoria del vencido y el verso perdido del poema no escrito.
Soy un fanpiro que vino del frio de Sevilla en agosto.