Sorpresa!
Llegaba su cumpleaños y no sabia que regalarle. Evidentemente, el perro estaba mas alla de toda posibilidad, por caro y porque se que al final me tocaria llevarlo al veterinario, a pasear, e incluso cederle una parte de la escasa porcion de cama que me dejan el gato psicopata y la Pitufa. Queria complacerla, darle algo que la hiciese sentir en la gloria. Buscando, buscando lo encontre, lo compré sin dudarlo, y me fui corriendo al restaurante donde habiamos quedado para comer.
Nada mas entrar ella vio el paquete sospechoso y se paso revolviendo toda la comida: "¿Que es? ¿No me lo vas a decir?..." Poned esto a ritmo de puchero y miraditas sensuales, y entendereis como me sonsaco la respuesta. "Un anillo, Pitufa, porque quiero hacerte una mujer feliz". Lagrimas, sonrisa bobalicona y segunda tanda de preguntas: "¿De matrimonio?¿De oro blanco?¿Como es?"... estas a ritmo de escopeta impaciente.
Ya alcanzaba la noche el momento estelar, cuando saque mi paquetito, y tendiendoselo, mientras traian el postre, yo sonrei picaro y le dije: "Toma, tontorrona... creo que esto nos va a cambiar la vida". Ella abrió el paquete rasgando con nerviosismo el papel, y quedo perpleja con el resultado, ante mi complacida mirada: "Fijate en la superficie! es una maravilla!". Cuando por fin consegui que dejase de blasfemar en 15 dialectos arameos, todo el restaurante nos mirada, arrobados ante nuestro conocimiento de las lenguas perdidas. Seguro que ni Harry Potter podia insultar a la vez en tres idiomas, y que cada uno fuese perfectamente discernible...
Si es que no hay quien os entienda, carajo....
Nada mas entrar ella vio el paquete sospechoso y se paso revolviendo toda la comida: "¿Que es? ¿No me lo vas a decir?..." Poned esto a ritmo de puchero y miraditas sensuales, y entendereis como me sonsaco la respuesta. "Un anillo, Pitufa, porque quiero hacerte una mujer feliz". Lagrimas, sonrisa bobalicona y segunda tanda de preguntas: "¿De matrimonio?¿De oro blanco?¿Como es?"... estas a ritmo de escopeta impaciente.
Ya alcanzaba la noche el momento estelar, cuando saque mi paquetito, y tendiendoselo, mientras traian el postre, yo sonrei picaro y le dije: "Toma, tontorrona... creo que esto nos va a cambiar la vida". Ella abrió el paquete rasgando con nerviosismo el papel, y quedo perpleja con el resultado, ante mi complacida mirada: "Fijate en la superficie! es una maravilla!". Cuando por fin consegui que dejase de blasfemar en 15 dialectos arameos, todo el restaurante nos mirada, arrobados ante nuestro conocimiento de las lenguas perdidas. Seguro que ni Harry Potter podia insultar a la vez en tres idiomas, y que cada uno fuese perfectamente discernible...
Si es que no hay quien os entienda, carajo....
2 Comments:
Yo quiero uno de esos!!!
Uyyyyyyyyyyy... yo creía que iba a ser un anillo anticonceptivo... casi!
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