sábado, octubre 04, 2008

Ella, digna sucesora

O no publico en un año o publico dos veces en un dia. Me ha pasado algo extraño. Estaba con mis amigos... estoo.. con todos... vaaaale. Estaba solo de copas, que la Pitufa trabaja y yo no me quedo en casa un viernes noche, cuando una chica se me acerco. "Yo a ti te conozco, (eres papa noel, no te jode?) tu trabajabas en la universidad XXXXX". "Si, aunque ahora he cambiado de empleo (preparando terreno para vacilada ahora pinto avioncitos)". "¿Te caia bien la tia mayor?". "Ehm... si, ¿Por que?". "Es una siesa y una estupida". "A mi claro que me cae bien... es mi madre... asi que...". "....Estas de coña, no?". "Me temo que no, chiquilla"
Entonces se pone roja como un tomate. Su amiga sale por patas (con amigas asi, quien necesita unas nike). Y ella sufre una crisis de asma. Ahora se de que color es una crisis de asma. Es rojo vergüenza. Me he tirado mas de 10 minutos diciendole que me da igual, que puede opinar lo que qiuera, porque yo se como es mi madre fuera del trabajo... y ella dale que te pego al cacharrito para respirar, mirandome y diciendome con ojos del tamaño de una tapa de alcantarilla "Era broma, de verdad, si se te nota que eres su hijo. Teneis el mismo color de ojos (mentira) y os pareceis un monton (mas mentiras?)"
En fin. Ahora yo me siento culpable, ella no volvera ni al bar de mi amigo ni a mi restaurante y ademas me he quedado sin poder vacilar de trabajo.
Pues vaya mierda.

viernes, octubre 03, 2008

A la meva Mara

Y no, no es mi madre, y tampoco somos catalanes, ni ella ni yo, aunque uno por serlo medio la otra por adopcion deberiamos poder decir que al menos, el porciento de los intereses es de por alla.
Ella es una malagueña salerosa que vio amanecer por primera vez hace ya mucho tiempo. Es madre mia por partida doble, pues entrego al mundo a mi madre en prenda, y por tanto es mi abuela. Parece ñoño hablar de ella hasta que la conoces. Es una persona de las que hay pocas, y no por ser mi abuela, sino por la energia que corre por sus venas. Ella siempre me dice: Las cosas, por cabezota, siempre. Ya hacia rato que peinaba canas, y alli ibamos los dos, a correr una "cursa", que es algo asi como maraton pero de fiesta por las calles, o a clases de Taekwondo, los dos enfundados en nuestros blancos atuendos con cinto aun mas blanco.
Lo de Mara viene de lejos. No se si es porque se la ve demasiado joven para ser abuela, o porque alguien quiso hacer el alago, que empezo. No era mi madre, pero lo de abuela no le pegaba tampoco. Soy andaluz, y aqui las abuelas, salvo excepciones, son señoras sombrias, regordetas, de vestido hasta el tobillo hasta en agosto y moño austero. Ella, siempre dispuesta a la broma, era por aquellos años (y me consta que lo es todavia) no solo cosmopolita sino tambien coqueta. Entonces nacio lo de Mara. Mara por ser mi segunda madre. Tengo suerte, tengo a mi mamá y a mi mara. Soy ñoño, que quereis que os diga.
Recuerdo con inmensa delicia una vez en que un diente decidio partir de su breve residencia, y quiso cierto roedor visitarme. La Mara me tuvo dando vueltas a las habitaciones del inmenso piso del que algun dia os hablare, buscando el presente que era justo pago por la paleta fugada. Entonces, al abrir una puerta, un reguero de caramelos, dejado con algo de guasa, me tuvo andando por la casa, bajo las camas, por el patinillo y hasta en los armarios. Por fin, un flamante garage de plastico brillante me esperaba en el umbral de entrada. No recuerdo que fue de aquel garage, pero aquel dia.. ese fue el regalo.
Tambien recuerdo interminables excursiones en las que mi curiosidad de niño malo se juntaban con sus ganas de sorprenderme, y me llevaba a tiendas extrañas, a barrios que se me antojaban magicos y que ahora conozco como el Barrio Gotico de Barcelona, o a ver a los Correfocs en la nit de San Joan.
Ahora, entrada en años, aunque tan joven de espiritu como simpre, me aconseja desde el otro lado del telefono, y cuando estoy triste, me dice con media sonrisa "Niño, alto, guapo, inteligente y con trabajo... es mucha tela, conformate con tres de ellas". Y tambien sobre los que me rodean tiene la sabiduria de los que han visto el sol muchas veces: "La gente es como las cajas de clavos: Casi todos son buenos, algunos no tienen cabeza y otros no tienen rabo. Es inevitable que halla algunos inutiles".
Esto es para ti, Mara. Ya puedes presumir de nieto mimoso y orgulloso de serlo.