martes, febrero 14, 2006

Zen para supermercados

Siempre que voy a un supermercado no puedo dejar de maravillarme ante la naturaleza humana. Todos como borregos, protegidos por nuestros carritos, seguimos la senda marcada por los malvados dueños de supermercado, haciendonos pasar dolorosamente por todas las calles para encontrar lo que buscas. Explotan nuestros miedos y nuestras obsesiones, para al final, poner la calle de la bolleria y pastelitos justo frente a las estanterias del biomanan, con lo que al final compras ambos, uno por gula y el otro por verguenza, para justificarte frente a la cajera. Incluso te llegas a inventar excusas cuando pasas con el pack de Pantera Rosa familiar "jeje.. es que vienen mis sobrinos..." y ella te mira con cara de "tus sobrinos por los cojones, majo, que se te nota la afición".
He visto cosas que vosotros no creeriais. He visto marujas leer interesadisimas las etiquetas de los botes de champu, intentando discernir si la jojoba es mejor que la calendula alpina birmana para las raices. He visto a niños coñazo correr a toda leche, cual rayo z, para cruzar la puerta de Tanhauser. He visto a un veinteañero evidentemente virgen (nadie con su aspecto podria perder la virginidad gratis) cantando mientras cogia un paquete de salchichas oscar mayer...
Y todo esto sin salir de Carrefour, señores. ¡Que grande es el comercio!

2 Comments:

Blogger reve said...

¿Llevas un día intentando adelgazar y ya estás analizando supermercados?

Va a ser duro...

4:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El Carrefour es todo un mundo en sí mismo, tienes razón.
Me ha gustado mucho el toque Blade Runner.
:D
Saluditos

10:18 a. m.  

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