viernes, diciembre 12, 2008

kill the cheff

La verdad es que no se me da mal lo de cocinar. Soy capaz de preparar unos espaguetti carbonara que hacen estragos entre invitados y dietas, una sopa de cebolla mas que aceptable y unas cuantas delicatesen mas... pero tengo bestias negras. Una de ellas es el salmorejo. Soy incapaz de preparar un salmorejo medio aceptable. La primera vez que lo hice, segui la receta de mamá: 1 kilo de tomates, aceite, 1 ajo, etc... Y ahí, tan inocente como parece, esta el asesino intrinseco de la receta. El ajo. ¿Cuanto es 1 ajo?¿1 gramo?¿1 diente? No. Esta claro que para un fanpiro, 1 ajo es un 1 ajo... una cabeza, vamos. Y asi salio el jodio salmorejo: Blanco, mas fuerte que sus muelas y capaz de alejar los murcielagos hasta un pais vecino. Y...¿Que seria lo logico? Comerselo, ¿verdad? Pues si. una noche que pase... perdi entre tres y cuatro kilos, corriendo de la cocina para beber agua al baño para sufrir un incendio electrico en el estomago, es decir, calambres y ardores.
Ahora cuando pido recetas, pido especificaciones, para evitar carreras innecesarias.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

bueeeeeeno....que digo yo que no es la unica bestia negra culinaria, no?? ya sabes, esa en la que entra en juego una chimenea...ejem..aunque tal vez es la bestia negra de la Pitufa?? Espero esa historia jajjajaj

12:57 p. m.  

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